Tournage court-métrage
Pour un court-métrage en préparation autour d’un de mes textes, Carlo De Rosa est en train de constituer son équipe. Envie de participer à ce projet? Merci de faire tourner! Toutes les infos ci-dessous:

Pour un court-métrage en préparation autour d’un de mes textes, Carlo De Rosa est en train de constituer son équipe. Envie de participer à ce projet? Merci de faire tourner! Toutes les infos ci-dessous:
Le Prix littéraire de l’association Tirage limité 2018 m’a été décerné pour mon œuvre «La visée». Le texte primé sera proposé aux plasticiens romands désireux de candidater au Prix de la Bibliothèque cantonale et universitaire (BCU Lausanne) qui récompensera la meilleure maquette de livre d’artiste inspiré par le texte primé. Les maquettes reçues seront exposées au Musée Alexis Forel à Morges dans le cadre de la prochaine triennale Tirage limité, qui aura lieu les 7 et 8 septembre 2019. Un merci du fond du coeur au jury de l’Association Tirage limité constitué de Claire Jaquier, Vera Michalski, Arnaud Buchs, Silvio Corsini et Daniel Maggetti! Amis peintres, graveurs, photographes et autres plasticiens: j’espère que La visée vous inspirera pour la seconde étape du concours!
Photo © Anne Bichsel
Un grand merci à Kit Maude pour sa critique de la traduction de Sirius en espagnol dans la revue littéraire Otra parte. Vous pouvez retrouver l’article original ici.
Se podría argumentar que la historia del empeño intelectual humano es la de la búsqueda de patrones o pautas. Desde que empezamos a contar los animales cazados, calcular las condiciones ideales para la siembra o pintar todo eso en las paredes de las cuevas, nos hemos esforzado por encontrar maneras de organizar o alinear el mundo de alrededor. Se mire donde se mire, el gran emprendimiento continúa hoy; desde los intentos por construir/descubrir una teoría de todo hasta las predicciones del impacto del cambio climático, parecemos convencidos de que los patrones ofrecen una solución en un universo que cualquier ser racional percibiría como esencialmente caótico. La literatura no es una excepción: no es por nada que empezamos con las reglas formales de la poesía y el teatro mucho antes de llegar a la novela; una forma caótica por excelencia que los novelistas parecen empecinados en domar.
Reflexiones así surgen mientras uno lee Sirius de Pierre Fankhauser, un libro que es esencialmente una mezcla de patrones muy dispares; principalmente los del análisis forense, la danza conceptual, las ceremonias de una secta religiosa y los ritmos de una enfermedad crónica. Virando en alcance desde lo muy íntimo y sensual —la vida interior de una coreógrafa y bailarina que sabe que su cuerpo la está traicionando— al ámbito sumamente profesional pero no menos grotesco de los informes forenses, o a teorías de la conspiración globales, Siriusnos presenta una serie de escenas o viñetas que funcionan como una especie de striptease (otro patrón), revelando vistas breves de una trama (o solución) posible.
Inspirado en el suicidio en masa con que terminó la Orden del Templo Solar en los noventa del siglo pasado, y también (de forma probablemente más primordial) en las experiencias del autor como crítico de danza contemporánea en Suiza, Sirius no hace muchas concesiones al lector. El primer capítulo consiste en el mismo estribillo repetido quince veces: descripciones forenses de cada cuerpo encontrado en un bosque en Suiza; como (casi) todos murieron de la misma manera, las descripciones no varían. La repetición, una herramienta que (como los letristas bien saben) puede ser muy útil, también figura en las descripciones de los espectáculos de la coreógrafa que hace las veces de protagonista; primero en la segunda persona, después en la tercera. Y eso sin contar la proliferación de cartas de tenor similar emitidas por el culto en cuestión, o la serie de los informes forenses que revelan cada vez más detalles y propician más especulaciones sobre la tragedia en el bosque.
Aunque ostensiblemente hay un misterio por desentrañar, en Sirius lo que cuenta no es la historia misma sino el baile entre muy diferentes voces y ritmos, un baile de abruptos saltos entre el sensualismo impactante y la brutalidad burocrática, las ensoñaciones estrafalarias de un culto corrupto y el calvario de una enferma a merced de sus médicos. No será un baile para todos; no todo el mundo querrá saber, por ejemplo, a qué temperatura se carboniza el hueso humano, o lidiar con las peroratas de cultos oscuros. Con todo, el que esté buscando una experiencia literaria rara pero poderosa hará bien en probar la originalidad de esta primera obra.
Pierre Fankhauser, Sirius, traducción de Martín Schifino, Paisanita Editora, 2018, 134 págs.
J’ai à présent un nouveau site web consacré exclusivement à mes activités d’écriture et de traduction: il se trouve à l’adresse www.pierrefankhauser.com. Bonne visite!
Nous avons eu le grand honneur de recevoir Heinrich Schellenberg, le nouvel ambassadeur de Suisse à Buenos Aires, lors de la présentation de Sirius que nous avons organisée à la Casa suiza de la Boca en compagnie des trois artistes suisses en résidence actuellement.
Lecture d’un des chapitres de Sirius en espagnol par Gabriela Luzzi, l’éditrice de la traduction en espagnol chez Paisanita editora, et par l’auteur!
J’ai eu l’honneur d’intervenir aux côtés de Rachel Martinez, traductrice canadienne, d’Irène Weber-Henking, directrice du Centre de Traduction Littéraire de Lausanne, et d’André Gabastou dans le cadre des Journées internationales de traduction comparées organisées à Buenos Aires par l’Association Argentine des Traducteurs et Interprètes.
Un grand merci au traducteur Martín Schifino pour son texte présentation autour de sa traduction de Sirius!
Me da mucho gusto poder decir unas palabras sobre la traducción de esta originalísima novela de Pierre Fankhauser. Es difícil hablar de la traducción en general, porque traducir literatura, como dice por ahí Javier Calvo, es enfrentarse a menudo a «situaciones particulares, voces distintas y excepciones a excepciones». Pero podemos charlar un rato de la particularidad de traducir un libro como Sirius.
De hecho, hubo muchas particularidades. La novela utiliza muchos lenguajes distintos: lenguajes propios de investigaciones forenses, artículos periodísticos, folletos informativos de una secta, cartas de una empresa de seguridad, descripciones de un espectáculo de danza, un reportaje en el que falta una de las voces y varios otros registros. El conjunto es como un collage de documentos encontrados, y la visión total se forma en la mente del lector. Se diría que Pierre tiene muy presente la idea cortazariana de que la literatura es todo lo que se lee como tal, y una de las magias de su novela es convertir en literatura ciertos discursos con muy poco de literario.
Para los lectores, eso es una gran noticia. Pero a un traductor no se lo pone fácil. Yo no sé nada de medicina forense, ni de sectas, ni de empresas de seguridad, ni para el caso de danza; apenas sé un poco sobre periodismo, y lo que sé es que hay que evitar el lenguaje periodístico a toda costa. ¿Cómo hago para serle fiel a una variedad de cosas más o menos desconocidas? La respuesta es que hay que buscar muchas cosas en diccionarios y páginas de internet. Pero quizá lo más importante es encontrar un tono adecuado. Y ahí la decisión es más personal. Con Pierre hablamos mucho del tema. A él le preocupaba que mi versión sonara demasiado pulida, con un exceso de «neutralidad literaria», y a mí me preocupaba exactamente lo contrario, porque si no sonaba bien, la culpa iba a ser mía… Al final, tomamos la decisión de traducir lo que pertenecía a la lengua con expresiones propias de la lengua y lo que pertenecía al autor con expresiones de cuño propio.
También tomamos alguna que otra decisión adaptativa. Por ejemplo, hubo que buscar un título para la serie de capítulos llamada «Contre-enquête». «Contra-investigación», aunque sea el título con el que se tradujo la película francesa llamada Contre-enquête, no me parecía una palabra del español usado en la vida real. ¿Investigación alternativa? Podía ser, pero tampoco me convencía. Entonces me acordé de que la novela de Kamel Daoud Meursault, Contre-enquête había sido traducida al español como Meursault, caso revisado. Me pareció una solución perfecta. Así que les pusimos a los capítulos: «Caso revisado». Gracias a Teresa Lanero, la traductora de Daoud.
Y gracias, también, a Pierre. Toda traducción es una obra en colaboración, pero esta lo fue más que la mayoría. Pierre no solo aclaró mis dudas sobre algunas frases particularmente elípticas, sino que aportó su experiencia como hablante de español para mejorar mis propuestas. Hablamos de cosas bastante técnicas: el peso específico de los verbos en los dos idiomas, la voz pasiva, las nominalizaciones, las distintas formas del pretérito, los pronombres posesivos y la puntuación. Esto no tiene mucho interés para los lectores, pero son la sal de la traducción, y para mí fue muy entretenido poder hablar de ellas con el autor. Lo bueno fue que pudimos afinar mucho la sintonía.
Y la cosa no acabó ahí. Cuando teníamos todo listo, Pierre le entregó el texto la editorial y Gabi Luzzi, la editora de Paisanita Ed, se lo devolvió con unas cuantas correcciones. Cuando empieza a traducir, uno se preocupa mucho por estas cosas; hay incluso quien se ofende. Pero en este caso me alcanzó con un echarles un vistazo para despreocuparme. La corrección respetaba el tono, pero acercaba la novela al español rioplatense, evitando el registro neutro de la versión anterior. Me parece muy oportuno teniendo en cuenta que Pierre terminó de escribir la novela en Buenos Aires. Para terminar, creo que se podría hacer una analogía entre esta traducción y la novela misma. Hay varias voces superpuestas: la voz francesa de Pierre, la voz argentina de Pierre, mi voz de traductor, las voces de la editora y los correctores, e incluso la voz de un amigo de Pierre, Gustavo Zappa, a quien va dedicada la novela, que trabajó en la primera versión de unos capítulos que consultamos para esta traducción. De todas esas voces, de esos armónicos, surge el timbre particular de Sirius en español. Yo les puedo decir que me gusta mucho como suena el resultado. Espero que a los lectores también.
Martín Schifino
J’ai le grand honneur de lancer la traduction en espagnol de Sirius, réalisée par Martín Schifino pour Paisanita editora, dans la vénérable bibliothèque de l’Alliance française de Buenos Aires. Voici la vidéo de ma lecture d’un extrait.
Un grand merci à Coline Métrailler pour son retour détaillé sur l’atelier de La Distylerie! Vous pouvez retrouver l’article original ici!
Je t’en ai parlé avant de partir, début juillet j’étais en vacances en Bourgogne, à Fleurville, pour un stage d’écriture à la Distylerie. On me l’a demandé plusieurs fois, voici donc mon retour sur cette expérience inédite, pas très reposante mais riche en rencontres et en enseignements.
Tout d’abord : la Distylerie, c’est quoi, c’est où ? Eh bien c’est un lieu un peu fou, au bord de la Saône, composé de plusieurs bâtiments restaurés et détournés en un joyeux bric-à-brac qui peut accueillir des groupes assez conséquents et qui organise tout un tas de stages artistiques. Le lieu lui-même est favorable à la création, puisqu’il regorge de bibelots, de surprises, d’œuvres des années précédentes, de bibliothèques thématiques, de nature, et d’objets insolites.
Durant tout l’été, on peut s’inscrire à des stages de peinture, de films d’animation, de sculpture, de couture, etc. J’ai choisi l’écriture, et c’est donc armée de mon ordinateur et d’une bonne dose de papier que je me suis rendue à Fleurville. La Distylerie organise les stages par trois, et cette année l’écriture avait lieu en même temps que la couture et les films d’animation : c’était vraiment agréable de pouvoir jeter un œil aux travaux des collègues, apercevoir d’autres ateliers et échanger pendant les repas pour sortir un peu de sa bulle littéraire !
Auteur, traducteur et très actif dans le milieu littéraire, c’est Pierre Fankhauser qui a animé pour la première fois cet atelier d’écriture. Après un séjour de sept ans à Buenos Aires, il a publié son premier livre, Sirius, dont je te parle juste en-dessous.
Nous étions huit écrivains en herbe, d’horizons différents, certains avec un projet déjà bien avancé, d’autres sans idée particulière, une chouette petite bande qu’il a fallu coordonner et encadrer en tenant compte des envies de chacun, et Pierre s’en est chargé avec brio.
J’ai beaucoup aimé Pierre en tant qu’animateur d’atelier, il était donc logique que j’aie envie de découvrir sa plume. Je savais que le sujet serait dur, j’ai donc pris le temps de le lire, quelques pages à la fois pour prendre progressivement la température et m’imprégner de cette ambiance.
Sur la base de la secte de l’Ordre du Temple Solaire, qui a marqué la Suisse il y a une vingtaine d’années après un suicide collectif de plus de 50 membres, Sirius présente une sorte de fiction chorale, alternant témoignages d’une danseuse contemporaine, lettres d’une secte nommée l’Association et rapports d’enquête suite à la découverte des corps.
Le récit n’est donc pas linéaire, il se construit progressivement à travers les pièces de puzzle qu’on rassemble au fil des pages. L’écriture est très impressionnante, puisqu’elle jongle entre les différents tons sans aucune difficulté apparente. Les rapports d’enquête sont spécialement difficiles à lire de par leur description très analytique du massacre, j’avoue que ça m’a pas mal remuée. Mais surtout, j’ai adoré recoller les morceaux, comprendre les tenants et les aboutissants et observer cette tragédie à travers plusieurs regards croisés, plusieurs angles de vue radicalement opposés. On sent que ce texte a été mûri, retravaillé, décanté et concentré, et je ne peux qu’admirer le travail fourni et le résultat final.
Le stage s’est articulé autour de deux approches de l’écriture d’un texte : l’une très intuitive, en tentant de faire vivre des personnages, et l’autre plus organisée, en déterminant à l’avance les enjeux, les embûches et la ligne directrice du récit.
Dans la première partie de la semaine, nous nous sommes donc concentrés sur les personnages : comment leur donner de la profondeur, apprendre à les connaître pour les rendre crédibles et intéressants.
A titre personnel, ces premiers jours m’ont totalement captivée : pour la première fois, j’ai compris ces écrivains qui disent aux journalistes que leurs personnages vivent en eux et racontent leur histoire de manière autonome. J’y voyais un genre de délire artistique à moitié mensonger, et j’ai pourtant pu toucher à cette sensation dès la première moitié du stage. A travers divers exercices d’une vingtaine de minutes (interviewer son personnage selon des questions déjà écrites, imaginer sa démarche et ses tics de langage, le ton de sa voix et sa façon de se comporter), j’ai assisté à la naissance d’un de mes personnages, je l’ai entendu me raconter ses souvenirs et me confier ses émotions, et j’ai commencé à comprendre toute la complexité qu’on peut mettre dans un être imaginaire pour qu’il prenne de l’ampleur et ne se résume pas à une ou deux informations utiles pour le scénario.
A partir de là, j’ai senti l’envie d’écrire se réveiller en moi, pas simplement celle d’organiser des mots comme je le fais pour ce blog, mais bien celle de créer et de produire un texte qui ne vienne que de moi. Je n’ai pas encore totalement trouvé comment concilier ça avec mon travail et mon emploi du temps bien chargé, mais je garde précieusement cette nouvelle information et je cherche déjà des moyens de lui faire une place.
Pour terminer la semaine, nous sommes partis dans une toute autre direction, en planifiant à l’avance le scénario de notre histoire. L’exercice n’est pas simple : essayer de rédiger un résumé, un synopsis, condenser en une seule phrase l’essence de notre texte, pour mettre en évidence une ligne directrice et s’y ramener lorsqu’on risque de s’égarer.
Cette seconde partie du stage était moins parlante pour moi, puisque je ne demandais qu’à laisser vivre mes personnages et avancer à l’instinct. Impossible de déterminer une fin satisfaisante, difficile de faire un résumé d’une histoire que je ne voulais pas déterminer trop vite. J’ai tout de même pu débloquer quelques points centraux, mais j’ai bien senti que cette méthode allait à l’encontre de ma façon de penser. J’en ai fait part à Pierre, qui m’a rassurée : il me faut considérer ce stage comme une immense boîte à outils, il y a beaucoup d’approches possibles pour attaquer un texte et si j’en ai trouvé une qui me convienne, c’est déjà très bien. Si je me retrouve bloquée dans mon histoire, il sera peut-être intéressant de changer de méthode et d’apporter un point de vue plus analytique pour me décoincer, et il est fort probable que je jongle entre les deux si j’arrive à avancer mon projet correctement.
Au final, ce fut un stage très dense et loin du farniente artistique que je me représentais, mais j’en suis absolument enchantée : j’ai été remuée, j’ai réveillé des sentiments bien enfouis, j’ai appris énormément, j’ai fait de belles rencontres et je rentre avec tout un tas de feuilles de théorie, d’exercices à réutiliser et surtout d’idées et d’énergie pour la suite. Si tu aimes les endroits un peu fous, une légère dose de chaos et que tu recherches une belle énergie créatrice, je t’encourage vivement à te renseigner sur la Distylerie pour l’été prochain !